Paul de la Cuesta

Esta ha sido tu segunda participación en unos JJOO, ¿Ha sido muy diferente de la primera?

A los Juegos de Vancouver fuí con ambición pero sin saber lo que me iba a encontrar, por lo que un poco expectante. A Sochi fuí con objetivos muy exigentes y muy centrado con lo que quería conseguir.

 

¿Satisfecho con los resultados obtenidos?

Estoy satisfecho pero los objetivos eran más exigentes y podía haberlo hecho mejor. Yo lo di todo y con las ideas muy claras de como tenía que hacer las cosas.

 

De todos los momentos vividos, ¿Cuál es el que recuerdas con más cariño?

Para mi los momentos de la competición son los mejores. Pero vivir la experiencia de unos Juegos es algo único con deportistas de otros deportes. Tampoco se me olvidará nunca el desfile.

 

Entre competición y competición pasaron unos días. ¿Qué se hace en esos días?

En los Juegos los días son muy intensos y entre reclamos físicos y reposo las horas pasan muy rápido. También intento aprovechar para vivir competiciones de otros deportes desde cerca.

 

¿Eres consciente que has hecho historia en el CAEI y que eres un reflejo para todos los niños que forman parte de el?

Me llena de orgullo, pero lo único que he hecho ha sido trabajar muy duro con objetivos muy claros. Y con la suerte de tener una estabilidad en mi entorno que da tranquilidad.

 

Para deportistas de alto nivel como tú, y en un deporte como el esquí ¿Es difícil compaginar los estudios universitarios con los entrenamientos y las competiciones?

Bastante complicado sobre todo con un deporte en el que pasas mucho tiempo fuera de casa. Voy sacando pocas asignaturas al año pero es algo que no quiero dejar.

 

¿Te gustaría que hubieran unos terceros JJOO para ti?

Desde el año pasado me planteé ir año a año así me exijo el máximo en cada momento y me exijo a cumplir con los objetivos propuestos. Cuatro años son muchos y pueden pasar muchas cosas pero si los resultados van saliendo ¿por qué no?